PSICOAMOR Y PAREJAS: TERAPIA DE PAREJA
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Aquí encontraras los mejores temas y frases con relación a la vida en pareja
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Ansiedad en pareja: “Cuando la ansiedad toca nuestra relación: cómo apoyarnos sin perdernos”

10/7/2025

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La ansiedad no siempre llega con alertas evidentes. A veces aparece silenciosa, con un nudo en el estómago, pensamientos que giran sin descanso y la sensación de que algo malo está por suceder… aunque no sepan exactamente qué.

Cuando uno de los dos siente que su mente y cuerpo están desconectados, que los problemas cotidianos parecen enormes, o que el sueño se convierte en un desafío, toda la relación puede sentirse afectada. Reconocer la ansiedad y aprender a gestionarla en pareja puede fortalecer la relación y generar un espacio seguro donde ambos se sientan comprendidos y apoyados.

La ansiedad no es un signo de debilidad ni de fracaso; es una señal de que la mente y el cuerpo están intentando protegernos. Reconocerla a tiempo es el primer paso para recuperar bienestar y libertad emocional, tanto individual como en la relación.

Es importante reconocer que la pareja puede apoyarte en una crisis de ansiedad, pero muchas veces la ayuda es limitada. Además, representa una fuerte carga que puede generar dependencia si siempre esperas que tu pareja este allí para manejar tu ansiedad.

Hay que reflexionar y reconocer si es necesaria la ayuda de un profesional. Sobre todo, si la ansiedad se vuelve continua y/o intensa.

Qué es la ansiedad y por qué aparece
La ansiedad es una respuesta natural ante situaciones percibidas como amenazantes. Su función es protegernos y prepararnos para actuar ante peligros. Sin embargo, cuando se activa de manera constante o desproporcionada, puede afectar la salud física, emocional y social de ambos miembros de la pareja.
Tipos comunes de ansiedad:
  • Ansiedad generalizada: preocupación constante sobre diferentes aspectos de la vida.
  • Ansiedad social: miedo intenso a ser juzgado o evaluado.
  • Ataques de pánico: episodios súbitos de miedo intenso, palpitaciones o dificultad para respirar.
  • Ansiedad situacional: ligada a eventos específicos, como presentaciones o decisiones importantes.

En pareja, estas formas de ansiedad pueden afectar la comunicación, la intimidad y la cooperación diaria. Reconocer cómo se manifiestan es vital para apoyarse mutuamente. Es común que ante situaciones de celos, infidelidad o violencia aparezca, crisis de ansiedad o pánico.

Señales que no deben ignorar
La ansiedad se puede manifestar en el cuerpo, la mente y la relación:
  • Palpitaciones, sudoración o tensión muscular.
  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
  • Irritabilidad, cambios de humor o conflictos frecuentes.
  • Insomnio o sueño interrumpido.
  • Sensación constante de alerta o miedo sin causa aparente.
En pareja, esto puede generar malentendidos, discusiones o desconexión emocional. Reconocer estas señales juntos ayuda a prevenir que la ansiedad controle la relación.

Cómo la ansiedad afecta la vida en pareja
Cuando la ansiedad persiste, puede influir en varios aspectos:
  • Comunicación: uno puede sentirse incomprendido o juzgado; el otro puede sentirse incapaz de ayudar. Muchas veces todo esto lleva a la persona a vivir la ansiedad en soledad.
  • Intimidad: la tensión y el miedo pueden disminuir la cercanía física y emocional. Donde hay miedo y sufrimiento queda poco espacio para el disfrute y placer.
  • Decisiones conjuntas: la ansiedad puede generar dudas constantes o conflictos sobre planes, finanzas o crianza. Es común que los problemas no se resuelven y se acumulen generando conflictos.
  • Bienestar emocional: ambos pueden sentirse agotados, frustrados o desmotivados.
Comprender estas consecuencias no es alarmarse, sino motivarse a actuar y buscar estrategias juntos.

Qué hacer y qué no hacer si tu pareja tiene ansiedad
Qué hacer:
  1. Escuchar sin juzgar: Permite que tu pareja exprese lo que siente. Solo escucha, sin minimizar ni ofrecer soluciones inmediatas.
  2. Validar sus emociones: Frases como “Entiendo que te sientas así” o “Está bien sentir miedo” ayudan a que se sienta acompañado.
  3. Ofrecer apoyo concreto: Pregunta “¿Qué puedo hacer para ayudarte ahora?” y respeta la respuesta.
  4. Mantener la calma: Tu serenidad transmite seguridad y reduce la tensión emocional en la relación.
  5. Fomentar hábitos saludables juntos: Dormir bien, hacer ejercicio, meditar o practicar respiración consciente.

Qué no hacer:

  1. No minimizar ni ignorar sus sentimientos: Evita frases como “No es para tanto” o “Relájate”. Esto puede aumentar su sensación de incomprensión.
  2. No tomarlo como algo personal: La ansiedad es de la persona, no un ataque hacia ti.
  3. No presionar para “superarlo rápido”: Cada proceso es distinto, y apresurar resultados puede generar más frustración.
  4. No criticar ni culpar: Evita reproches como “Siempre te pasa lo mismo” o “Tienes que controlarte”.
  5. No intentar arreglar todo por ellos: Brinda apoyo, pero no reemplaces su responsabilidad de manejar la ansiedad con ayuda profesional si es necesario.

Recuerda: acompañar a tu pareja en la ansiedad no significa resolverla por él o ella, sino estar presente, ofrecer contención emocional y fomentar herramientas para gestionar las emociones de forma saludable.

Estrategias prácticas en pareja
  1. Conectar con la respiración juntos
    • Siéntense uno frente al otro, mirándose a los ojos.
    • Inhalen contando hasta 4, mantengan 2 segundos y exhalen contando hasta 6.
    • Repite 5 veces, sincronizando la respiración.
    • Este ejercicio genera calma y conexión.
  2. Compartir pensamientos sin juzgar
    • Cada uno dice: “Esto es ansiedad, no peligro real”.
    • Registren en un diario común qué los dispara y cómo responden.
    • Luego comenten cómo se sintieron y apoyen soluciones conjuntas.
  3. Actividad física conjunta
    • Caminar, bailar o hacer yoga juntos libera tensión y fortalece el vínculo emocional.
    • Incluso 10–15 minutos diarios pueden marcar diferencia.
  4. Rutina y autocuidado compartido
    • Mantener horarios regulares, dormir bien, hidratarse y comer equilibradamente.
    • Apoyarse mutuamente para mantener hábitos saludables.
    • Compartir actividades en conjunto al menos una vez a la semana.
  5. Buscar apoyo profesional
    • Un psicólogo puede enseñar técnicas para manejar la ansiedad individual y en pareja, identificar patrones negativos y acompañarlos en un proceso seguro de crecimiento y autocuidado.

Ejercicios prácticos para hoy en pareja
  1. Diario compartido de ansiedad:
    • Cada uno escribe durante 5 minutos cuándo siente ansiedad, qué la provocó y cómo reaccionó.
    • Luego comparten aspectos que pueden apoyar al otro en situaciones similares.
  2. Lista de recursos compartidos:
    • Anoten tres cosas que cada uno pueda hacer para calmar al otro (ej.: música, caminata, abrazos).
    • Úsenlas como ancla cuando la ansiedad aparezca.
  3. Micro-meditación de conexión:
    • Dedicar 2–3 minutos frente a frente, respirando juntos y enfocándose en el cuerpo y en la sensación de estar presentes el uno con el otro.

Reflexión final
La ansiedad no define a tu pareja ni a ti, y vivir con ella no tiene que significar vivir en conflicto. Cada pequeño gesto consciente —respirar juntos, escucharse, mover el cuerpo— es un paso hacia la libertad emocional y el fortalecimiento de la relación.
Aprender a reconocer y gestionar la ansiedad en pareja demuestra valentía, amor y cuidado mutuo. La terapia ofrece un espacio seguro para comprender emociones, resignificar creencias limitantes y desarrollar herramientas duraderas que beneficien tanto al individuo como a la relación.
Es importante saber que tu pareja te puede apoyar, pero la responsabilidad de la salud emocional es personal. Y si existen estímulos reales o imaginarios que activan la ansiedad y tiene que ver con actividades o conductas de la pareja se pueden prestar a manipulación y control.
Es necesario separar que es posible trabajar en terapía de pareja y de allí concentrarse en el trabajo individual para el manejo de la ansiedad.

José G. Barrera
Psicólogo, Psicoterapeuta Gestalt y Sexólogo
Especialista en terapia de pareja, hipnosis clínica, PNL y biodescodificación
"Sanar no es volver atrás, es aprender a caminar distinto hacia adelante… juntos."
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“Cuando el amor se pone a prueba: cómo transformar los conflictos en puentes de unión”

10/4/2025

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En cualquier relación de pareja, los conflictos son inevitables. No importa cuánto amor exista, siempre habrá diferencias de opinión, necesidades expresadas de manera distinta o momentos de tensión. Sin embargo, lo que realmente define la fortaleza de una relación no es la ausencia de conflictos, sino la forma en que se abordan.

Cada conflicto en una relación de pareja es una oportunidad de solucionar algo que incomoda a uno o los dos miembros de la pareja. Es un error creer que una pareja que se ama no tiene conflictos. Cualquier pareja que tiene muchos años en una relación sabe que estos son parte de la relación. Lo importante no es que se tengan menos conflictos, sino tener más herramientas y recursos para solucionarlos.

El amor por sí solo no soluciona los problemas que surgen en una relación. Es una buena base, mas es necesario aprender a tener una comunicación asertiva y una actitud favorable a resolver los problemas de la relación de una manera positiva,
Cuando una pareja aprende a enfrentar los desacuerdos con respeto y disposición al diálogo, lo que parecía una barrera puede convertirse en un puente. El conflicto deja de ser una amenaza y se transforma en una oportunidad para conocerse mejor, sanar heridas y reforzar el vínculo.

A continuación, algunas claves para transformar los conflictos en caminos de acercamiento:

1. Cambiar la mirada del conflicto
El primer paso es dejar de ver el conflicto como un fracaso. En realidad, cada discusión es un espejo que revela necesidades no atendidas o diferencias de fondo que necesitan ser comprendidas. Desde una mirada positiva, el conflicto se convierte en una invitación a profundizar en la relación y en la comunicación, en lugar de un motivo para alejarse.

También es importante entender que enfrentar el conflicto, no significa pelear, gritar o cerrarse en una posición regida con respecto a cualquier tema.

2. Elegir el momento adecuado
La intensidad emocional puede nublar la capacidad de escuchar y dialogar. Abordar un tema delicado en medio de la rabia o el cansancio suele empeorar la situación. Tomar distancia, respirar y esperar el momento oportuno no significa evadir, sino crear el espacio para hablar con serenidad. Elegir bien el momento es una forma de cuidado hacia la relación.

Sobre todo, hacerlo de una manera planeada y consciente que permita a los miembros de la pareja prepararse para encontrar soluciones y no para dar razones.

3. Usar comunicación no violenta
El lenguaje es determinante. Expresarse desde el “yo” y no desde el “tú acusatorio” cambia por completo la dinámica. Decir “me siento herido cuando esto ocurre” en lugar de “tú siempre me ignoras” abre la puerta a la empatía en vez de despertar defensividad. La comunicación no violenta busca compartir lo que sentimos y necesitamos sin dañar al otro.

Por lo cual debemos de hacer consciente las formas que utilizamos en el momento del conflicto, las palabras utilizadas y los movimientos corporales. En muchas ocasiones nonos damos cuenta de las actitudes que tomamos en un dialogo con nuestra pareja.

4. Escucha activa y empatía
Un conflicto no se resuelve solo hablando, sino también escuchando. La escucha activa implica atender sin interrumpir y tratar de comprender el mundo emocional del otro, incluso si no se comparte del todo. Validar los sentimientos de la pareja (“entiendo que esto te duele”) no significa estar de acuerdo, sino reconocer su vivencia. Ese simple gesto ya construye cercanía.

La escucha debe de ser completa y sin interrupciones, debe ser un dialogo y no un monologo. Por esta razón es importante darnos cuenta de el tamaño de los mensajes que utilizamos en una discusión. Cuando los mensajes son demasiado largos es posible que no se escuchen o se entiendan del todo.

Las parejas que evitan los conflictos, al momento de abordarlos las emociones acumuladas no facilitan una escucha completa.

5. Buscar soluciones conjuntas
Un desacuerdo no es una batalla que alguien debe ganar; es un reto que la pareja debe resolver como equipo. Buscar juntos alternativas que respeten a ambos genera la sensación de estar del mismo lado. La pregunta clave es: ¿cómo podemos resolver esto de manera que ambos nos sintamos cuidados? Esa mirada colaborativa es lo que fortalece la unión.

Es un gran error en la comunicación en pareja creer o considerar que la otra parte esta mas y por eso se convierte en el problema. Si alguno considera que la pareja es el problema, entonces solo se soluciona si cambia, acepta o cede. En un problema de pareja ambos participan para que se forme por lo tanto ambos son responsables de su solución.

6. Mantener la conexión emocional
En medio del enojo es fácil olvidar que la pareja no es el enemigo. El problema es el verdadero adversario. Recordar esto ayuda a suavizar la dureza de la discusión. Gestos simples como tomarse de la mano, mirar a los ojos o un tono de voz más cálido pueden mantener viva la conexión emocional incluso en la tensión.

Una discusión de pareja se puede resolver con los valores positivos de la amistad, como escucha, apoyo, complicidad, respeto, etc.

7. Reparación después de la discusión
Resolver el problema es importante, pero no suficiente. Lo que realmente fortalece la relación es el acto de reparar: un abrazo, una disculpa sincera, un detalle de cariño. Estas acciones cierran el ciclo del conflicto y reafirman el mensaje más poderoso: “nuestra relación es más importante que este desacuerdo”.

Reparar el daño representa tener la conciencia suficiente para reconocer los errores cometidos y por compromiso propio evitarlos la siguiente vez. Mucha consciencia sin una actitud activa no da empatía, entendimiento y comprensión.

Reflexión final
Los conflictos no son una señal de debilidad en la pareja, sino una oportunidad para crecer juntos. Cada vez que se abordan con respeto, empatía y voluntad de reconciliación, no solo se resuelve un problema puntual: se construye una relación más auténtica, fuerte y resiliente. En última instancia, el amor no se mide en la ausencia de diferencias, sino en la capacidad de enfrentarlas unidos.

Si tu relación atraviesa momentos difíciles, recuerda que no tienen que enfrentarlo solos. Buscar la guía de un profesional —un terapeuta de pareja o un sexólogo— no es un signo de fracaso, sino un acto de amor y valentía. Con el acompañamiento adecuado, los conflictos dejan de ser muros que separan para convertirse en puentes que fortalecen la unión.

Porque al final, lo verdaderamente importante no es evitar las tormentas, sino aprender a navegar juntos en medio de ellas. Cada conflicto que se soluciona en la relación permite un aprendizaje nuevo, favorece el crecimiento personal y alimenta el amor en la relación.

La confianza que proporciona a la pareja el poder solucionar cualquier problema, los lleva a poder soñar. construir una relación duradera y con bienestar.
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Los 7 principios de la comunicación eficiente en la pareja que logran entendimiento y comprensión

9/29/2025

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Haz clic aquí paLa comunicación es el corazón de toda relación de pareja. No importa cuánto amor exista, si las palabras no logran tender puentes, tarde o temprano surgirán malentendidos, resentimientos y silencios que enfrían la relación.

La comunicación en una relación de pareja es inevitable, ya que hasta cuando callamos estamos comunicando algo. Algunas veces los silencios se convierten en los discursos negativos con los que expresamos cosas de forma poco asertiva. Además, que dan pie a interpretaciones que por lo general tendrán un sesgo negativo.

Piensa en esto: la comunicación es como el puente que une dos orillas. Si el puente es sólido, ambos pueden encontrarse a mitad de camino y caminar juntos con seguridad. Pero si el puente se agrieta con mentiras, culpas o indiferencia, cada paso se vuelve inseguro y la distancia emocional crece.

La buena noticia es que todos podemos aprender a comunicarnos de manera más clara, amorosa y consciente. No se trata de hablar más, sino de hablar mejor. En este artículo te comparto 7 principios para lograr una comunicación eficiente en la pareja, principios que han demostrado fortalecer vínculos y que, si los pones en práctica pueden transformar la forma en que se escuchan, se apoyan y se aman.

1. Sé totalmente sincero
La sinceridad es la base de la confianza. Sin honestidad, cualquier conversación se convierte en un terreno inestable donde nunca se sabe si lo que se escucha es real. Ser sincero no significa ser hiriente ni soltar verdades como piedras que lastimen. Implica mostrar coraje emocional, abrir tu corazón y hablar desde la vulnerabilidad.

El asertividad en la comunicación en pareja permite cambias las expresiones o respuestas agresivas por comunicación clara, directa y concreta, con empatía y comprensión.

Un ejemplo simple:
  • En lugar de decir: “Todo está bien” cuando en realidad algo te duele, atrévete a expresar: “Me sentí herido cuando no me buscaste después de nuestra discusión. Necesito sentir tu apoyo incluso en los momentos difíciles.”
La sinceridad es un regalo. Le dice a tu pareja: “Confío en ti lo suficiente para mostrarte quién soy de verdad.”

2. Céntrate en tus necesidades
En la mayoría de las discusiones de pareja, el error común es señalar al otro: “Tú nunca haces…”, “Tú siempre me fallas…”. Estas frases activan defensas y cierran la posibilidad de diálogo. La clave está en cambiar el foco: hablar de ti y de lo que necesitas, no de lo que tu pareja hace mal.

Usa verbos como “necesito”, “siento” y “quiero”. Por ejemplo:
  • “Me siento inseguro cuando coqueteas con otras personas. Necesito saber que nuestra relación es tu prioridad.”
  • “Me siento humillado cuando me contradices delante de tus amigos. Quiero sentir que respetas mis opiniones.”

Al expresar tus necesidades de manera clara y respetuosa, tu pareja no se siente atacada y puede entender cómo cuidarte mejor.

Culpar, reclamar y exigir, aunque se haga con las mejores intenciones no favorece una comunicación adecuada en la relación.

Ejercicio práctico: escribe tres frases con el formato “me siento… cuando… necesito/quiero…”. Luego compártelas con tu pareja en un momento tranquilo.

3. Sé específico
Las generalizaciones son enemigas de la comunicación. Frases como “Tú nunca me escuchas” o “Siempre me ignoras” son tan amplias que pierden valor. Además, generan defensividad: nadie se siente comprendido si lo etiquetan de “siempre” o “nunca”.

“Nunca, siempre, todo, nada” son palabras que cambian el tono del mensaje que le quieres trasmitir a tu pareja, incluso algunas veces mandan mensajes inconscientes a tu pareja de tus creencias o actitudes que tienes en la vida.

Lo específico, en cambio, abre la puerta a soluciones concretas:
  • En lugar de “Nunca me prestas atención”, prueba con: “Cuando estoy contándote algo y miras el celular, me siento poco importante.”
La claridad no es frialdad; al contrario, es una muestra de amor. Le dices a tu pareja: “Esto es lo que necesito para sentirme más cerca de ti.”

4. No lo culpabilices
El objetivo de una conversación no es ganar, sino comprenderse. Cuando culpamos con frases como “Eres egoísta” o “Eres un incompetente”, lo único que logramos es levantar un muro.

El verdadero cambio ocurre cuando transformamos el reclamo en una petición:
  • En vez de “Nunca ayudas en casa”, di: “Me siento agotada cuando hago todas las tareas sola. ¿Podrías encargarte de la cena esta semana para que podamos descansar los dos?”

El tono importa tanto como las palabras. Antes de hablar, asegúrate de estar calmado. Si intentas comunicarte desde el enojo, terminarás diciendo cosas que hieren y que después son difíciles de reparar.

5. Sé asertivo, pero no te disculpes 
Tus necesidades son legítimas, aunque no coincidan con las de tu pareja o, aunque la sociedad te diga que “no deberías sentirte así”. La comunicación eficiente requiere asertividad: expresar lo que sientes y necesitas sin culpar, pero también sin pedir perdón por sentir.

Reflexiona y analiza si te escuchas de manera constante pidiendo perdón o disculpas en tu relación, solo para evita un conflicto o el enojo de tú pareja. Esto quiere decir que tu comunicación no es asertiva y que la dinámica de la pareja puede estar llena de miedos y de resentimientos.

Esto es especialmente importante para quienes tienen un estilo de apego ansioso, ya que muchas veces aprenden a callar sus necesidades por miedo a ser rechazados. Sin embargo, callar solo acumula resentimiento.

Recuerda: tus emociones son válidas. Y si son importantes para ti, también lo son para la relación.

6. Escucha activa sin distracciones digitales
Hoy, más que nunca, la tecnología se ha convertido en un obstáculo silencioso en la comunicación. ¿Cuántas veces una conversación importante se interrumpe porque uno de los dos revisa el celular? ¿Cuántas veces el “ya te escucho” se convierte en una mirada perdida en las redes sociales?

La escucha activa significa darle a tu pareja tu atención completa: ojos, oídos y corazón. Implica dejar de lado pantallas y distracciones para decir con tu presencia: “Estoy aquí contigo, lo que dices me importa.”

Un ejercicio sencillo es pactar un momento al día como “espacio libre de pantallas”. Puede ser en la cena, en la cama antes de dormir o durante una caminata. Ese tiempo, aunque sean solo 15 minutos, tiene un poder transformador.

La pareja que sabe escucharse sin interrupciones construye intimidad emocional. Y esa intimidad es más fuerte que cualquier “like” en redes sociales.

Tu puedes revisar y analizar qué piensas y como te sientes cuando te vives ignorada(o) por tu pareja.

7. Valida las emociones de tu pareja
Escuchar no siempre es suficiente. Muchas veces lo que más necesitamos es que el otro valide nuestras emociones. Validar no significa estar de acuerdo, significa reconocer el derecho del otro a sentir lo que siente.

Por ejemplo:
  • En lugar de decir: “Estás exagerando, no es para tanto”, intenta: “Entiendo que eso te haya hecho sentir inseguro. Gracias por contármelo.”

La validación crea un espacio seguro donde tu pareja puede mostrarse vulnerable sin miedo al juicio. Es como decir: “Tus emociones son importantes para mí, incluso cuando no las comprendo del todo.”

Cuando validamos, sanamos. Y cuando invalidamos, herimos, aunque no lo queramos.

Cuando no validamos los pensamientos y sentimientos de nuestra pareja, enviamos un mensaje que le dice:” lo que tu pienses, sientas o quieras me tiene sin cuidado”

En terapia llegan muchas parejas quejándose de su comunicación, cuando se dan cuenta de todas las expresiones verbales y no verbales son estímulos y respuestas en las que ambas partes participan, toman conciencia y responsabilidad de su comunicación.

Conclusión
​
La comunicación en pareja no es un talento con el que se nace, es un arte que se aprende y se practica cada día. Estos 7 principios son como herramientas que te ayudan a construir un puente sólido entre tú y tu pareja, un puente que soporta el peso de las diferencias y que resiste las tormentas.

Recuerda:
  • La sinceridad abre la puerta a la confianza.
  • Hablar de tus necesidades acerca a soluciones.
  • Ser específico evita malentendidos.
  • No culpar crea un espacio de paz.
  • Ser asertivo fortalece tu autoestima y la relación.
  • Escuchar sin pantallas genera verdadera intimidad.
  • Validar emociones nutre el vínculo afectivo.

Cada palabra que pronuncias puede ser un muro o un puente. Hoy puedes elegir construir puentes que fortalezcan tu relación.

Te invito a poner en práctica al menos uno de estos principios esta semana. Verás cómo pequeñas acciones, repetidas con amor, generan grandes transformaciones en la forma de amarse y entenderse.

La comunicación asertiva es una inversión en la relación, es tu cuenta de ahorro que cree de manera positiva. En los momentos de crisis tienes lo suficiente para poder entender y comprender que hay un saldo positivo de respeto y confianza.

“Hoy tienes la oportunidad de construir puentes en tu relación. Elige un principio, ponlo en práctica y observa cómo cambia la forma en que se escuchan y se sienten. Si sientes que necesitas apoyo para aprender a comunicarte de manera más asertiva y profunda, no dudes en buscar la guía de un experto en parejas. Tu relación merece palabras y acciones de amor y claridad.
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    Hola Soy José G. Barrera

    “Bienvenido a PsicoAmor y Parejas: La ciencia del amor en las parejas, Un espacio para comprender el viaje del amor: desde la magia del enamoramiento y la convivencia, hasta los retos de las crisis, la separación o el renacer de una relación. Los invito a unirse a este viaje de conocimiento y reflexión en busca de las buenas formas de vivir en pareja”

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