La crisis de pareja son cualquier, evento, hecho, circunstancia que alteran la forma que se ha dado la vida en pareja hasta el momento que se presenta. A partir de la crisis la pareja sufrirá un cambio, ya sea una reestructuración o un rompimiento. Todas las parejas enfrentan diferentes crisis con la convivencia que tienen diariamente o con los cambios que van experimentando durante el tiempo de su relación.
En la relación de pareja el amor no es suficiente para alcanzar el bienestar y la solución de los problemas. El amor es un motivador que permite ser flexibles para alcanzar los objetivos de pareja y adaptarse a los cambios que se generan por las crisis. El amor es una buena base, son como los cimientos que sostienen la relación, mas lo que la hace grande son las formas.
Los posibles efectos de una crisis de pareja son mejorar, empeorar o regresar a niveles anteriores en donde funcionaban. La crisis es un punto de cambio, donde existe tanto el peligro de rompimiento como el de oportunidad. La intensidad con que se expresan las emociones es mayor durante una crisis.
La crisis pone a la pareja en una situación de vulnerabilidad e indefensión, en donde una decisión desacertada puede provocar un conflicto que lleve al rompimiento. Algunas decisiones que se toman durante una crisis suelen ser negativas, lo que dificulta la toma de decisiones y la solución del problema. Las crisis se dan por diversas causas y en diferentes etapas de una relación, por lo que es necesario reconocerlas, familiarizarse con ellas y manejarlas.
Tipos de crisis de pareja
Las crisis evolutivas de la pareja son crisis del desarrollo individual o de la pareja. Son las transiciones entre una etapa y otra, requiere de ciertas actividades y tareas para el manejo adecuado de los cambios. Si un miembro pasa por una crisis por la etapa de vida aunque es individual afecta la relación de pareja.
La crisis viene cuando no se pueden o no se quieren realizar las tareas o actividades que permitan la adaptación al cambio. Otra causa de la crisis es por una falta de aceptación a la nueva realidad que se vive.
Si la pareja o el individuo no tiene las habilidades necesarias, los conocimientos adecuados, los recursos o el suficiente apoyo ambiental para poder adaptarse le será complicado enfrentar la crisis.
Las crisis más comunes que enfrenta una relación de pareja se pueden dar en:
La formación de la pareja. Sobre todo, en la etapa de compromiso.
Nacimiento del primer hijo.
Nacimiento de los demás hijos.
Hijos en edad escolar. Por los estilos de crianza,
Hijos adolescentes.
Salida del hogar de los hijos.
Pareja en etapa madura.
Vejez.
Enfermedad de alguno de los miembros de la pareja.
Cada una de las situaciones anteriormente representan un reto para la pareja. En cada atapa es importante el proceso de adaptación al cambio, cada una de las etapas pasadas permite obtener los recursos y aprendizajes para la siguiente.
Cuando alguno de los miembros de la pareja tiene una crisis existencial también ocasiona una crisis en la relación. El motivo es que empieza a sentir dudas o insatisfacción acerca de cómo ha llevado su vida hasta ese momento.
También hay crisis inesperadas estas son cuando suceden eventos que no están previstos y que no son parte de la línea evolutiva de la pareja. Se trata de acontecimientos que detonan una experiencia negativa en la pareja provocando desequilibrio y desorganización. Puede ser la muerte de algún miembro de la familia o amigos, pérdida de empleo, crisis económica, desastres. Estas crisis suelen vivirse con ansiedad y miedos ante lo inesperado.
Algunas de las crisis que se dan en la pareja y que se pueden considerar como graves son las ocasionadas por:
Infidelidad
Celos
Intromisión de la familia política en la vida de pareja
Cuando uno de los miembros le dedica exceso de tiempo a una sola actividad como el trabajo o los amigos.
La rutina
Enfermedad en alguno de los miembros de la pareja ya sea física o mental.
Señales de que una pareja esta en crisis
El manejo y expresión de las emociones ha cambiado de manera negativa.
Ya no disfrutan de la relación y la convivencia se vuelve difícil.
La comunicación disminuye notablemente o toda comunicación termina en conflicto.
Se les dificulta comunicarse incluso para las cosas básicas.
La actividad sexual en la pareja tiene un cambio notorio, ya sea que disminuya o que desaparezca.
Las agresiones físicas o verbales son continuas y van en aumento.
Hay indiferencia ante los problemas que surgen en la pareja.
Causas de que una crisis en pareja se agrave
Hay constantes, reproches y ofensas incluso cuando se trata de conflictos pequeños o que en otras ocasiones han podido solucionarlos.
Cuando empieza a haber mayores faltas de respeto, indiferencia por las necesidades y sentimientos del otro. Cuando por causa de esto se están evitando las discusiones y por lo tanto la resolución del conflicto.
Cuando las crisis se están haciendo continúas y el tiempo de reconciliación es más tardado. Los niveles de intensidad de sentimientos negativos incluidos en la crisis son exagerados o aumentan de intensidad con cada conflicto.
Cuando no se reconocen los errores, aunque estos sean evidentes. Se da una dinámica donde se escala al enojo y se cierran en razones personales. Se sostienen las discusiones solo por ganar, si se reconocen los errores no se hace ningún intento por corregirlo o de reparación del daño.
Cuando en cada conflicto siguen apareciendo intenciones de cambiar a la pareja, ya sea en la manera de pensar, en algunas conductas o creencias.
Cuando cada miembro de la pareja empieza a perder el interés en su pareja y la atención la concentra en su trabajo o en actividades que hace sin su pareja.
Cuando la relación de pareja se vuelve rutinaria, se empiezan a perder los intereses, las ilusiones, los proyectos, la alegría y el sentido del humor.
Cuando la manera de responder genera estrés y tensión que puede llevar a agresiones físicas y verbales.
Consecuencias de una crisis
Síntomas depresivos o depresión.
Alteraciones en el apetito, puede haber aumento o disminución, lo que trae consigo alteraciones en el peso.
Dificultades en el sueño, esto puede ser debido a la ansiedad.
Quejas de todo tipo, irritabilidad o por el contrario pasividad extrema.
Sentimientos de baja estima, inutilidad y culpa.
Dificultades en la atención, lo que lleva a afectar otras áreas de los miembros de la pareja, como la social y la laboral.
Agresiones pasivas hacia la pareja.
Suicidios e intentos de suicidio.
Resolución de la crisis
Para solucionar la crisis de pareja se busca cumplir los siguientes objetivos:
Restauración del equilibrio en la pareja a un nivel en donde pueda tener un funcionamiento adecuado lo más inmediato posible.
Reducir los posibles daños físicos y/o psicológicos. Se busca mantener un grado de bienestar mínimo durante la crisis y los cambios que genere. Una crisis puede provocar tensión y estrés en forma elevada mientras se resuelve.
Desarrollar estrategias de afrontamiento a la crisis, que permitan manejar los efectos de la misma.
Fortalecer y apoyar los posibles cambios de conducta necesarios que permitan la adaptación de la pareja a los cambios.
Desarrollar los recursos internos de los miembros de la pareja que faciliten la relación, así mismo identificar y utilizar en forma apropiada los recursos externos.
Manejo cognoscitivo de la situación, que puede incluir reflexión, análisis, búsqueda de significado del evento que desato la crisis.
Recomendaciones ante una crisis de pareja
En algunas crisis de pareja lo más recomendable es pedir ayuda profesional a un terapeuta de parejas. Sobre todo, cuando los niveles de estrés y tensión entre la pareja impiden la comunicación que permita superar la crisis. Como primer paso es necesario reconocer si es posible solucionar por si mismos la crisis de pareja. Lo que implica una reflexión y análisis individual de la situación que se está viviendo. Aquí también es posible analizar si se requiere ayuda de un familiar, amigo, sacerdote o pastor que sea de la confianza de ambos.
Como segundo paso puede plantearle a su pareja esta situación intentando escucharla, mostrándose flexible y con una actitud de respeto. Es fundamental aportar soluciones y no razones al conflicto. Como un tercer paso intentar llegar a acuerdos temporales que permitan detener los conflictos y alcanzar un funcionamiento adecuado. Se busca ganar tiempo que les permita realizar los cambios necesarios para afrontar la crisis.
Es importante establecer compromisos que les permita funcionar adecuadamente como pareja y si es el caso como padres. Los compromisos individuales y en pareja les permitirán que no se sigan acumulando situaciones que provoquen tensión y estrés.
La terapia de pareja es una opción para apoyarlos en este proceso. Un terapeuta en pareja tiene las herramientas necesarias para facilitar que salgan de la crisis cualquiera que sea.
Terapia de pareja para la crísis de pareja
La terapia de pareja es una opción cuando otras alternativas no funcionan, no dieron los resultados esperados o la pareja decidió parar la situación desgastante. La terapia debería ser de las primeras opciones, la ayuda de un terapeuta les da recursos para manejar esa crisis y otras futuras.
En las parejas incluso donde hay amor puede dificultarse salir de la crisis ya sea por situaciones personales o de la pareja. La terapia ayuda a revisar cómo se están haciendo las cosas y las alternativas de solución.
La terapia de pareja también permite reflexionar si se están tomando decisiones adecuadas que pueden afectar la relación a futuro. En las crisis algunas emociones facilitan decisiones apresuradas que después causan arrepentimiento.
Si la crisis no se soluciona y solo se restablece un nivel mínimo de funcionamiento en la pareja esta se volverá a repetir. Hay parejas que quieren evitar toda situación de conflictiva, esto los puede llevar a que la siguiente crisis sea más fuerte. Cuando los problemas no se solucionan y solo se posponen no se adquieren los recursos necesarios para su afrontamiento.
La superación positiva de las crisis, al igual que de otros problemas de pareja requiere de cierto esfuerzo en todos los sentidos de los miembros de la pareja. No existen curas milagrosas, fantasiosas o de mínimo esfuerzo, es necesaria la participación activa y constante de cada uno de los involucrados. Cualquier consejo de amigos, familiares u otras personas, aunque sea con la mejor intención no suple la ayuda de un profesional. Las parejas cuentan actualmente por medio de la terapia poder vivir su relación con bienestar.