Separarse de quien se amó o se ama, con quien se tuvieron sueños y fantasías que se creían durarían toda la vida. Separarse de quien con toda seguridad en un momento de la vida se dijo “si acepto”, ya sea al hecho de pedir matrimonio o de vivir juntos. No compartir más con quien se formaron vínculos que son imposibles de romper, como el hecho de ser padres o abuelos.
Separarse es una decisión que marcará la vida, con el tiempo puede ser positiva, se podrá aceptar y trascender. La separación y/o divorcio es una decisión que conlleva responsabilidades presentes y futuras, provoca pensamientos y sentimientos desde el momento que se piensa en esa posibilidad. Se entra en un periodo de confusión donde hay dudas, odio, tristeza, enojo, resentimiento, dolor, confusión, entre otros sentimientos y pensamientos.
El divorcio se convierte algunas de las veces en un nuevo campo de batalla. Allí es donde se puede expresar de manera más directa odio, resentimientos u otros sentimientos negativos generados durante el matrimonio.
Lo ideal sería lograr una separación amistosa, aunque esto no quiere decir que no vaya a haber conflictos, sino que las consecuencias negativas de estos disminuyen. La pareja mucha de las veces se encuentra en un patrón destructivo que no le permite solucionar los conflictos. Por lo que es importante la mediación de expertos, como los terapeutas de pareja, familia y psicólogos. La mediación permite mejorar la comunicación y llegar a acuerdos que faciliten el proceso de separación.
En la relación de pareja aun después de la separación o divorcio el vínculo no termina, siguen siendo los “ex” y esa figura sigue apareciendo en otras etapas de la vida. Algunas estadísticas afirman que las personas que se divorcian una vez son más susceptibles a tener divorcios con futuras parejas.
Para algunas personas el divorcio representa un alivio mas no un aprendizaje y los patrones inadecuados para relacionarse los siguen utilizando. De esta forma obtienen resultados similares en relaciones futuras. Algunas personas califican la relación completa como un error o un fracaso, lo que imposibilita rescatar los aprendizajes positivos y/o negativos después de la separación.
Con la separación las parejas como una manera de encontrar el equilibrio buscan dar fuerza a las razones por las decisiones tomadas. Solo que la razón no destraba los conflictos. las emociones internas y las creencias. A la experiencia vivida se le agrega el sufrimiento de los “hubiera”, como una forma de castigarse por el error vivido, esto forma una especie de recordatorio para el futuro.
Después de la separación si se interrumpe la sanación por no querer transitar por sentimientos, pensamientos y emociones que quedan, el proceso no se completa y la herida queda abierta. No sanar después de una separación afecta las relaciones futuras.
Solamente viviendo cada sentimiento en el momento que se hace presente, se pueden percibir e identificar los patrones negativos y positivos utilizados en la relación. Ya no es importante tener la razón sino aceptar la responsabilidad por la perdida y asumir las consecuencias de la separación.
Separarse o divorciarse es una tarea que requiere de recursos y energía, si se elige es por el deseo de vivir mejor. Hay que estar consciente que se va a pasar por un proceso que puede ser doloroso. Proceso que no es posible evitar ni transitar de forma rápida, más si existe la posibilidad de transitarlo con menor sufrimiento.
Solamente sanando y aprendiendo de la relación anterior se puede preparar un camino adecuado hacia una nueva relación. La separación es una perdida y puede haber dolor emocional, sanarla es una responsabilidad personal, no de la siguiente relación en pareja.
Patrones negativos que pueden llevar a la separación o divorcio
En las relaciones de parejas las separaciones se dan por que la pareja queda entrampada dentro de patrones negativos que se vuelven intensos. La separación no tiene que ver con las diferencias o conflictos, ya que son parte de la relación y cualquier pareja puede aprender a manejarlos. Según las investigaciones más recientes existen cuatro indicadores que al aparecer en la relación pueden predecir la separación o divorcio:
La crítica: consiste en descalificaciones o ataques hacia la pareja, se culpa, se difama, se exagera, es una agresión constante hacia el otro miembro. El impacto que ocasiona para el futuro de la pareja es muy negativo.
La actitud defensiva: que se vuelve rígida de tal manera que no puede distinguir entre lo que es un ataque y lo que no. Se niega la responsabilidad que corresponde en la relación y se contra-ataca.
El desprecio: es la forma en que la pareja ha perdido el respeto por el otro, es muy notorio en el lenguaje no verbal de las parejas. Se va alimentando con pensamientos negativos hacia la pareja. La Indiferencia: El no escuchar a la pareja, el ignorarla, el desconectarse e ignorar al otro como si no importara, el silencio, la in-expresión ante las situaciones del otro. Algunas veces es una forma de dejar pelear, con el tiempo y la continuidad es la evidencia de no querer estar en la relación.
Consecuencias de la separación
Las separaciones y el divorcio producen una gran cantidad de emociones y pensamientos que son normales durante este proceso. A medida que se van reconociendo y aceptando bajan de intensidad.
Estos son algunos de ellos: Confusión Tristeza Depresión Enojo consigo mismo o hacia la pareja Culpa o resentimiento Deseos de venganza Odio y amor el mismo tiempo Temor y preocupación por el futuro Sentimientos de fracaso Sensación de soledad Baja autoestima Miedo a tomar decisiones Si persisten y no bajan de intensidad es necesario recibir ayuda adecuada ya que puede afectar en lo laboral, social, familiar e interpersonal.
¿Y después de la separación qué…?
En una separación lo que muere, lo que se pierde, lo que se acaba es la relación, no las personas. La prueba de esto es la intensidad de algunas de las emociones que se viven y que enseñan que aun estas vivo. Después de una separación es posible experimentar confusión acerca de los sentimientos, pensamientos y conductas.
Lo primero es identificar cada uno de ellos y la forma en que están condicionando las respuestas a los demás. Incluso esto permite prevenir estados depresivos o ansiosos.
Enojo y otros sentimientos
Será necesario ir manejando cada uno de los sentimientos que surjan y de los pensamientos que se le asocien ya que estos los pueden intensificar. Permitir pensamientos y sentimientos nos ayuda a entrar en un duelo sano. Se inicia el camino del dolor a la aceptación, recordando que aceptar no es lo mismo que resignarse, como perdonar no quiere decir olvidar.
El enojo es uno de los sentimientos mas comunes que quedan después de la separación, es inevitable y es natural. La forma en que se procese cambiara la forma en que se responde a los demás. También puede estar presente la culpa, la ansiedad, la tristeza, incluso alegría.
No se trata de que algunos sentimientos se acepten y otros no. Se trata de irse dando cuenta de lo que me esta pasando internamente, de experimentarlo, sin tratar de evadirlo o resistirlo. Es una tarea algunas veces dura y el proceso de separación se ha llevado energía, fuerzas y motivación. Aquí se puede reconocer la necesidad de ayuda, sobre todo si hay que enfrentar un contacto continuo con los “ex”, como cuando hay hijos o propiedades.
La comunicación
Algunas veces hasta después del divorcio o separación las parejas se ven obligados a mejorar su comunicación para poder llegar a acuerdos y a la solución de conflictos. La consecuencia de no hacerlo es seguir generando sentimientos negativos que les impidan solucionar los conflictos que quedan después de la separación.
Desde una comunicación adecuada se pueden restablecer adecuadamente los roles necesarios para continuar como madres y padres. Un rol que por la lucha se llega a olvidar y los hijos necesitan de ambos padres, ellos también están experimentando su propia perdida. Los hijos e incluso otros familiares viven también sentimientos como soledad, tristeza, enojo, incluso culpa.
Dejar el rol de víctima o victimario
Es fundamental dejar “El me debes o te debo”, para empezar a sanar los resentimientos, enojos, culpas, penas y tristezas. Abandonar este papel no quiere decir olvidar, es más bien intentar aceptar los sentimientos que surgen, procesarlos, expresarlos.
Si se sigue peleado con las emociones o sentimientos que surgen, con las culpas o resentimientos del pasado se estará atado desde el sufrimiento a la otra persona. Separados físicamente y unidos por las emociones negativas.
El vinculo en una relación de pareja no desaparece, es parte de tu historia, dejarías de ser un ser completo. La separación nunca se da totalmente ya que quedan en la memoria sentimientos o emociones guardadas. Solo que ya no causan un efecto negativo en la persona.
Aceptación y perdón
Al final del duelo esta la aceptación y el perdón, es lo único que permitirá la liberación de las emociones negativas o incomodas en nuestra vida. El perdón se percibe de forma física, mental y espiritual. No solo es el perdonar, sino también el perdonarnos de la parte que nos corresponde de la relación.
El perdón es un primer paso hacia sanarnos y amarnos de nuevo. También da la posibilidad de hacer una reconstrucción de lo sucedido lo que lleva a adquirir una aprendizaje positivo de la separación.
Recomendaciones
Es más fácil sanar las heridas emocionales con ayuda terapéutica.
Ser consciente de las etapas que se están viviendo, ayuda a darse cuenta que se esta viviendo y cómo manejarlo.
Reflexionar acerca de los aprendizajes y de los patrones permite que no se vuelvan a repetir en relaciones futuras.
Ser conscientes que el tiempo es importante más no lo cura todo, es responsabilidad personal el buscar las opciones de sanación.
Si se presenta confusión no es muy sano tomar decisiones importantes, es necesario primero salir de ella y clarificar las ideas.
No obligarse a pasar rápido por este proceso, ni intentes ignorar sentimientos difíciles de manejar.
No hay recetas infalibles para salir rápidamente.
Cualquier consejo de amigos o familiares, aunque sea con la mejor intención no suple la ayuda de un profesional. Así mismo la información contenida en este artículo es meramente informativa.