Este es uno de los temas principales en una TERAPIA DE PAREJA, ya que algunas de las veces tanto intencionalmente como sin quererlo se tienen actitudes que afectan al otro miembro de la pareja. Tanto uno como el otro reaccionan a situaciones que generan sentimientos negativos y difíciles de manejar. El pedir u ofrecer perdón en la relación de pareja no solo favorece la confianza, sino que también ayuda al crecimiento espiritual y psicológico de quien lo pide o lo otorga, al igual que favorece la habilidad de practicar otros valores como la humildad, la sencillez, la apertura y la empatía. Más en algunas relaciones el decirle a la pareja después de alguna situación difícil “te perdono” muchas veces son solo palabras obligadas a decir sin sentirlo. El perdón requiere de cierta consciencia y de haber pasado por un proceso interno en donde se tocan emociones complicadas como: enojo, tristeza, miedos, decepción, amor, culpa, etcétera. Perdonar no es olvidar, ni la situación, ni las emociones que se están generando; es renunciar a la venganza, amar a pesar de lo que el otro ha hecho. Es hacerlo a pesar de lo que se siente y aun así se quiere lo mejor para el otro. En las parejas cuando hay ofensas algunas veces pretenden hacer como si no hubiera pasado y no hubiera consecuencias. Los miembros de la pareja ocultan las emociones que tienen y se viven tratando de ignorar la situación por más dolorosa que sea. Con el tiempo esto trae consecuencias como el resentimiento y el alejamiento. La herida nunca sana y el resentimiento la agrava, como una herida que ante cada recuerdo se mueve y lastima un poco. La herida se remueve como si acabara de pasar y el dolor se vuelve a sentir, la paz y tranquilidad que se sentía solo es aparente. Renunciar a la venganza no es perdonar si la persona se queda pegada al dolor, enojo o resentimiento. La manera más natural de reaccionar ante el daño del otro es el deseo de venganza, pagar con la misma moneda y a veces ante la impotencia desear el mal al otro o imaginar que le pasan cosas malas. Aunque después se pueda sentir culpa o miedo por esos pensamientos que se tienen. Se empieza a generar un patrón repetitivo de resentimientos que causan sufrimiento ante los recuerdos y pensamientos relacionados con el evento. Muchas veces ante tanto sufrimiento la persona se endurece y se convierte en un estilo de vida en donde se disocia de sus sentimientos y emociones. La persona empieza a aumentar lo que siente a tal grado que lo trasforma en odio. Otorgar el perdón a alguien va más allá de desearlo, decirlo o pensarlo solamente. El perdón se siente y se vive, involucra a la totalidad de la persona. Se trata de una actitud interior en donde se descubre que la persona es más grande que su acto y que se le puede amar a pesar de ello. En la relación de pareja perdonar es algo más que abrir las puertas de la alcoba de nuevo, es abrir el corazón y la mente de una forma nueva, es abrirse a nuevas formas de relacionarse de una forma positiva. ¿DISCULPAS O PERDÓN? La disculpa es el acto en donde dos o más personas cuyo vinculo ha sido dañado por uno de ellos, reparan la relación a partir de reconocer la culpa y de ofrecer una disculpa. Puede haber una reparación de quien realizo la acción de daño y esta es aceptada por el o los afectados. Disculparse implica aprender del error, cuando este se repite se convierte en acto negativo para la relación, se transforma en un acto ventajoso y manipulativo. En cambio, el culpable que actúa con conocimiento e incluso con alevosía y ventaja trasciende la justicia y no merece el perdón, si se le perdona es por un acto de misericordia, amor y de sanación de la persona. LAS OFENSAS MÁS COMUNES EN LA RELACIÓN DE PAREJA Una ofensa viene ya con la intención de provocar un efecto negativo en el otro, con la intensión de lastimarle, de humillarlo; tales conductas exigen el perdón.
DEL PERDÓN A LA RECONCILIACIÓN El perdón es un proceso personal que no solo se queda en la parte intelectual de la persona, sino que se siente y se vive, es una experiencia reconciliadora tanto para el que lo otorga como para el que lo recibe. La reconciliación supone la recuperación de la relación entre los miembros de la pareja, los que implica desde el análisis y reflexión del daño, hasta la reparación del mismo. Ambos con plena conciencia de que hay algo que se tiene que mejorar. En algunas situaciones se puede otorgar un perdón sin importar que se recupere o no la relación. Es decir que perdonar no implica que se tenga que regresar a la relación. Hay situaciones en la relación de pareja en que se puede poner en peligro la vida y no es importante la reconciliación al perdonar. En el amor hay perdón, solo que ante el hecho el amor queda herido, retraído, la herida que tiene no lo deja fluir. Se requiere darle el espacio suficiente para que esta herida sane, respetando el ritmo y tiempo de este proceso sin presionar. Si la herida no sana el perdón no se puede dar, ya que el dolor sigue conectando con emociones negativas. En la herida se requiere mostrar y ver la vulnerabilidad propia y del otro, creer en la posibilidad de cambio, querer el cambio ya que nada puede ser como antes. Se puede perdonar incluso sin el arrepentimiento del otro, ya que el perdón implica el ser interior, mi propio vivir y mi mostrarme al mundo. Puedo perdonar al otro incluso sin que se dé cuenta. El darme cuenta de mi capacidad de perdonar y de mi generosidad para hacerlo es lo importante para sanar. El perdón es un proceso en el que requiere aprendizaje y práctica, se trata de una actitud que necesita no adelantarse a perdonar antes de tiempo. El perdón debe de estar libre de manipulación, si se da muy rápido puede ser para que la persona se sienta culpable o se da de manera condicionada. Si perdonar se prolonga mucho se puede dar en forma de agresión pasiva. alimentada por los resentimientos o incluso entrar en un estado de victimes. El perdón no es un sentimiento y no quiere decir que si se perdona se deja de sentir, es más un proceso de voluntad que requiere sanar ciertas heridas para que se dé, es también una decisión que requiere de iniciativa y movimiento. En una relación de pareja siempre debe de existir un espacio para el perdón, ya que si no lo hay tarde o temprano surgirán algunas complicaciones para cualquiera de los miembros de la pareja. Las cosas no volverán a ser como antes, más esto no quiere decir que no puedan ser mejores, ya que el perdón tiene un alto poder curativo. En terapia individual o de pareja se puede trabajar el proceso de perdón que inicia con la toma plena de conciencia, pasando por la decisión de pedir perdón, el acto mismo y la reparación del daño.
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Mayo 2023
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